Maica, un ejemplo de superación

Maica, un ejemplo de superación

Historia

En Corazón y Manos conocimos la historia de Maica (nombre ficticio) gracias a la solidaridad de sus compañeros de trabajo en Clece, quienes recurrieron a nuestra asociación para conseguirle ayuda. Maica arrastraba una vida marcada por el miedo y la violencia doméstica hasta que llegó a España, donde encontró la salida a su difícil situación. Su historia en España comenzó hace más de una década, cuando, junto a su marido, tuvo que emigrar desde su país de origen por motivos laborales.

Aislada y sometida a su pareja, Maica dedicó sus momentos de soledad a estudiar español, unos conocimientos que le permitieron desarrollarse como artista. Poco a poco, iba recuperando las riendas de su vida, adquiriendo la fuerza necesaria para luchar por su independencia. Sin embargo, sabía que para conseguirla completamente debía dar un paso más y, con gran valor, acudió a las autoridades para denunciar la situación de violencia que sufría cada día.

Un trabajo para un nuevo proyecto de vida

Tras la denuncia, la vida de Maica estuvo llena de incertidumbre y burocracia. Asistida por los servicios sociales, pasó más de tres años en el programa de protección de mujeres víctimas de violencia de género hasta que, gracias a su intermediación, consiguió un empleo en Clece.

Este trabajo le permitió hacerse con algunos ahorros con la idea de dejar el piso compartido en el que residía y buscar un nuevo hogar. Sin embargo, el precio de la vivienda en la localidad era demasiado elevado y las opciones de alojamiento que encontraba no se ajustaban a su presupuesto.

En la empresa, Maica tuvo la oportunidad de mejorar sus condiciones laborales. Gracias a su formación, pudo ascender a un puesto superior, lo que supuso un incremento en su salario. Aun así, las posibilidades de vivir sola en un nuevo piso eran muy limitadas para Maica, y las dificultades en la convivencia compartida se intensificaban.

Ante estas circunstancias, fueron sus compañeros de trabajo de Clece quienes detectaron su problema y se pusieron en contacto con Corazón y Manos.

Ayudamos a Maica a encontrar una salida

La situación para Maica se estaba volviendo muy complicada: sin una red de apoyo cerca, con una convivencia difícil y en una ciudad con unos precios de vivienda muy elevados para poder alquilarse un domicilio sola.

Fue entonces cuando le planteamos la opción de gestionarle un traslado laboral a una localidad con precios más reducidos y, si fuera posible, a una zona en la que tuviera algún familiar o amigo. Y así fue. Nuestra asociación le asesoró para encontrar un hogar que pudiera mantener económicamente, gestionamos su traslado y le proporcionamos una ayuda económica para hacer frente a los primeros gastos de alquiler. Ahora, Maica disfruta de su nueva vida en otra ciudad, con amistades que la apoyan en su día a día.